sábado, 29 de diciembre de 2012

El calor de sus labios

Él estaba tumbado en la cama, leyendo un libro de fantasía. Ella tocó en la puerta, que estaba medio entreabierta, y pasó con cuidado. Él la miró como si estuviera viendo un fantasma, como si hubiera pasado mucho tiempo desde la última vez que la vio. Poco a poco, se fue acercando hacia él, y se sentó en el borde de la cama, mientras lo miraba fijamente. Le encantaban sus ojos. Él seguía atónito, no se lo podía creer, no era posible que ella estuviera ahí, pero cuando intentó preguntarle algo, ella le puso el dedo índice sobre los labios, y se acercó a él. Le besó cálidamente y notó sus labios impacientes, que ansiaban más y más besos, pero alejó la cara lentamente de él y le miró a los ojos. Él no entendía lo que estaba pasando, pero sabía que le gustaba eso, por eso no hizo preguntas. 


Se tumbaron en la cama, y ella apoyó su cabeza en su pecho. Notaba cómo sus latidos acelerados iban descendiendo poco a poco. Él le acarició el pelo, y eso a ella le relajaba. Al cabo de algunos minutos, ella se incorporó un poco, lo suficiente para poder mirarle a los ojos. Esta vez, él la besó, y no dejó que ella se apartara. Se echaban de menos, y se necesitaban. Los besos se convirtieron en caricias, y las caricias en calor. Ese calor humano que todos ansiamos una noche fría de invierno, o de verano, cuando nos sentimos vacíos. Ese calor que te marca la piel de los labios y que no puedes olvidar, aunque quieras. 


Sin embargo, ese calor se desvaneció de pronto. Él se despertó con el libro en el pecho, y ella, en otra cama diferente, con el ruido de la lluvia. Aún así, los dos notaban el calor en los labios. Un calor que no se iría por mucho que los dos intentaran olvidarlo.

Luna Plateada

5 comentarios:

  1. No acabo de entender el uso de las cursivas. Aún así, la historia está bastante bien narrada y me gusta mucho cómo acaba, con esa unión en la distancia de la que somos capaces los humanos.
    Un besico y feliz año.

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  2. Me gustó tu post. Ese calor nunca desaparece, aminora o acrecenta, pero no se va.
    Un abrazo y feliz año.

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  3. Yo esta entrada la encuentro sensual y romántica al mismo tiempo.

    Precioso relato. Un abrazo.

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  4. Comparto lo que comenta Joaquín acerca de las cursivas,pero, es un texto tierno y emotivo.

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  5. Las cursivas es para ponerle énfasis en palabras que para mí significan algo más. La explicación de por qué significan algo especial para mí me la reservo.
    Muchas gracias a todos.
    Luna Plateada.

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