- Tengo una duda, ¿por qué nunca me has preguntado nada sobre mi pasado con
otros chicos? – pregunté.
- Porque no me interesa. Pero de todas formas, sí que te he preguntado. Te
pregunté si te habías enamorado alguna vez – dijo él mientras me miraba desde
el otro lado de la mesa. Le miré con curiosidad, y recordé aquel momento en el
que me hizo aquella pregunta.
- Es cierto. ¿Y por qué aquello te interesó? ¿Por qué lo preguntaste? – dije
mientras me inclinaba hacia delante, apoyando los brazos sobre la mesa.
- Porque es lo que importa en esta vida. Me da igual quiénes hayan besado
tus labios, o tus piernas. Me da igual si eres buena en la cama porque has
tenido mucha experiencia, o poca. Me da igual cuántas veces hayan tocado tu
cuerpo, o quiénes. Pero lo que me importa es quién y cómo ha conseguido llegar
a tocar tu corazón – dijo él con un aplomo implacable.
- ¿Sabes que lo que acabas de decir es tan romántico y empalagoso que podrías
matar a cualquier diabético, no? – dije yo mientras me recostaba en la silla.
-Pero te encanta
- No, me encantas tú – dije mientras me levanté, le di la vuelta a la mesa,
y me senté en sus rodillas. – ¿Recuerdas mi respuesta a la pregunta de cuántas
veces me he enamorado?
- 2 –dijo él mientras me rodeaba con sus brazos y buscaba mis labios.
![]() |
- Ahora son 3 – respondí mientras le besaba.
Luna Plateada
No hay comentarios:
Publicar un comentario