El que no arriesga, no ama. |
-No seas tonta, ven aquí. – dijo él con impaciencia, mientras abría el grifo de la ducha.
-Que no, no quiero. – contestó ella enfurruñada. Se estaba comportando como una niña pequeña.
-Ven aquí, te va a seguir subiendo la fiebre. Ya sé que tienes frío, pero te sentirás mejor – dijo él mientras se levantaba. Ella dio un paso hacia atrás, y se enroscó aún más en la manta.
-Como sigas así, te meto con ropa y todo. – le amenazó él.
-NO QUIERO. Hace muchísimo fr... – pero no le dio tiempo a acabar la frase. Él la agarró en peso y la llevo hasta la ducha. Ella gritaba que lo dejara en paz, e intentaba inútilmente hacerle daño para que la soltara.
-Grita y pega todo lo que quieras, pero tú te duchas. – dijo a la vez que la metía debajo de la ducha; pero para eso tuvo que meterse él también.
-Estate quieta, te vas a hacer daño –dijo él mientras la envolvía entre sus brazos mientras ambos se mojaban. Ella empezó a llorar.
-¿Por qué lloras? – le preguntó él preocupado. Le apartó toda la maraña de pelo mojado que le caía sobre la cara. No distinguía sus lágrimas, pero sabía perfectamente que estaba llorando.
-Es que está muy fría… - mintió mientras rompía a llorar de nuevo. Él la atrajo contra su pecho, y dejó que notara sus latidos, para tranquilizarla. Sabía perfectamente que ella no lloraba porque el agua estuviera fría, pero no era el momento para pedir explicaciones.
La agarró del mentón y le miró a los ojos. Ella tenía los ojos rojos, su cuerpo tiritaba de frío aunque sus labios estaban perdiendo aquel color violeta, y se volvían más rojos. Le acarició los labios mientras el agua corría por sus caras. Y a ciegas, los besó. Se besaron con pasión, como si algo se fuera a acabar o a romper. Con paciencia, con delicadeza, pero con intensidad.
Ninguno de los dos lo sabía, pero aquella vez sería la última vez que él besaría esos labios rojos. La última vez que ella podría besar a alguien.
Miento, ella sí sabía que sería la última vez.
Luna Plateada
No... ¿En serio? ¡Qué triste! Estoy llorando, jope :'(
ResponderEliminarIncreíble la entrada, en serio...
¡Un beso muy muy muuy grande! <3
No me alegra que llores, pero me emociona pensar que leerlo ha provocado esos sentimientos en ti.
EliminarMuchísimas gracias Leo.
Luna Plateada
Me ha encantado, pero JODER.
ResponderEliminarMuchas gracias Irene.
Eliminar¿Te hubiera gustado que acabara de otra forma?
Un beso.
Luna Plateada
Jooo que triste y que manera de gustarme!!! Corto y tan... Impactante. Precioso, de verdad.
ResponderEliminarUn besito.
Muchas gracias Almudena, significa mucho para mí que os provoque todos esos sentimientos. Y que os guste tanto, en serio.
EliminarUn abrazo.
Luna Plateada
Uff, duele!
ResponderEliminarLa vida duele.
EliminarUn beso Ojizarka.
Luna Plateada
Que triste :O
ResponderEliminarPorque? Que tenia? :(
Ay, este texto es hermoso :3
Eso os lo dejo a la imaginación. Vuestra imaginación lo relata mejor de lo que yo puedo hacer.
EliminarUn beso Geraldine y muchas gracias.
Luna Plateada
Tus relatos tienen tensión, pero de la buena
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Natalia. Creo que eso es la clave para que te guste lo que lees. Mantener la tensión, la curiosidad.
EliminarOtro abrazo para ti también.
Luna Plateada
Me aterra ese final, conocerlo es lo peor que le puede pasar al alguien.
ResponderEliminarSaludos.
Puede que sea lo peor. O no.
EliminarSaludos Auroratris, ya te echaba de menos por aquí.
Un abrazo.
Luna Plateada